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Poseer una marca fuerte es el principal anhelo de muchas empresas y en el afán de potenciarla, el branding asoma como una de las mejores opciones para destacarse ante la competencia.

Ya sea que formes parte del amplio universo del marketing o que hayas asistido a alguna conferencia o capacitación online, probablemente hayas oído el término “branding” en más de una ocasión. A continuación, profundizaremos al respecto para qué sepas todo sobre este concepto y cuáles son las ventajas de su aplicación para potenciar una marca.

¿Qué es el branding?

Si bien existen múltiples definiciones al respecto, podemos afirmar que el branding consiste en la gestión de todos los aspectos que rodean a una marca y su objetivo final es el de generar una conexión fuerte con los consumidores que le permita imponerse ante la competencia.

Gracias a dicho vínculo estrecho con los consumidores, a la hora de comprar estos elegirán a dicha marca por sobre los competidores gracias a la reputación que genera confianza, la diferenciación respecto a productos similares y la acentuación de todos los aspectos beneficiosos. Así, se genera una retroalimentación constante donde se consolida el branding y surgen nuevas estrategias de marketing para fortalecer el vínculo con el público.

Es importante destacar que dentro del branding como concepto se esconden diversos componentes como el naming, el posicionamiento, la arquitectura de marca, la identidad corporativa y la lealtad de marca.

Naming

Una marca sin nombre no tiene razón de ser. Por lo tanto, el proceso de nombrar a una marca forma parte de su ADN y es uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta dentro de cualquier estrategia de branding. A partir de dicha denominación, la marca podrá destacarse y diferenciarse rápidamente de las demás.

Tomarse el tiempo necesario para encontrar el nombre adecuado para una marca, puede ser una tarea compleja que requiere de perfiles creativos para acertar con el naming desde el primer momento. 

Arquitectura de la marca

El crecimiento de una empresa permite que surjan marcas secundarias o terciarias. Y para facilitar la interrelación y la organización interna, la arquitectura de marca surge como la opción perfecta para lograr la armonía corporativa.

Por lo tanto, puede definirse a la arquitectura de marca como aquellas estrategias que utiliza una empresa para administrar y gestionar sus diferentes marcas en base a los objetivos particulares y el buyer persona de cada una.

Identidad corporativa

Se trata de otro de los factores fundamentales dentro del branding. La identidad corporativa consiste en todo los elementos físicos y visualmente representativos que giran en torno a la marca como el logotipo, los colores, la tipografía, entre otros.

Posicionamiento

En este caso, no nos referimos al SEO o posicionamiento orgánico, sino que consiste en un proceso de mayor duración y muy complejo en el que se busca asociar a una marca a diversas características o emociones.

Uno de los ejemplos más claros es el de Coca-Cola. La empresa invirtió millones de dólares a lo largo de todo el mundo para asociar a su famosa bebida cola con el concepto de felicidad. Este posicionamiento de la marca en la cabeza de los consumidores -y los no consumidores- permitieron que la empresa lidere el sector por sobre sus competidores.

Lealtad de marca

Además de todos los beneficios que ofrece una marca para satisfacer las demandas de sus usuarios, el vínculo emocional que los une también entra en acción a la hora de comprar. Las experiencias positivas y el factor emocional generan la lealtad de marca en los consumidores que terminan optando por una marca y no por otra.

Beneficios del branding para una marca

Entre las principales ventajas de invertir en el branding de una marca se destacan las siguientes:

Reconocimiento de la marca

Existen muchos factores que intervienen a la hora de comprar, pero el reconocimiento de una marca por sobre otra es un factor que no debería subestimarse. Gracias a una estrategia de branding que genere impacto, los consumidores se sentirán acostumbrados a una determinada marca gracias a su logotipo y colores distintivos.

 

Gracias al reconocimiento de la marca, el cliente escogerá a la marca conocida por sobre otras de la competencia. Esto se debe a que se trata de una marca que le resulta familiar. Cuando eso ocurre, el branding funcionó.

Lealtad

Tras el reconocimiento de la marca y la compra de un producto con experiencias positivas empieza a construirse la lealtad. Y es allí cuando el vínculo emocional entre una marca y sus consumidores es difícil de quebrar.

Pese a que otros productos de la competencia sean más económicos, una marca que mantiene sus beneficios a lo largo del tiempo generará una relación estrecha con su público que la elegirá una y otra vez. Sumado a esto, la lealtad de los consumidores los animará a probar otros productos de la misma marca, lo que potenciará las ventas. 

Confianza y reputación

Sin reconocimiento ni lealtad, difícilmente una marca puede mantener una buena reputación a lo largo del tiempo. En efecto, el branding permite crear una marca consistente, generando credibilidad, buena reputación y confianza por parte de sus consumidores frecuentes.

Por su parte, a una marca que se transforma en la líder de su sector le resultará más sencillo arrebatarles clientes a sus competidores.

Crea y comparte valores

El branding permite crear valores en torno a una marca y es allí donde los consumidores se ven reflejados.  Por lo tanto, una estrategia de gestión de marca adecuada permitirá forjar lazos muy estrechos que trascenderán de generación en generación, garantizando así la lealtad por parte de los consumidores. 

Como verás, una estrategia de branding es crucial para cualquier marca y gracias a sus múltiples beneficios podrás generar que tu empresa se destaque por sobre tus competidores.