La tecnología siempre ha sido cómplice de la creatividad. Pero a ratos, muchos de los proyectos creativos de este último tiempo, se están confundiendo, dando todo el protagonismo y asignando demasiada responsabilidad a los ordenadores, algoritmos, y la última herramienta de moda: la Inteligencia Artificial. Al parecer, esta herramienta se está convirtiendo en una competencia para el trabajo de muchos artistas, escritores, pintores, músicos y todas aquellas profesiones con alma.
No se trata de rechazar las máquinas, las computadoras, ni las tecnologías. Se trata de no perder el valor de pensar, reflexionar, idear y crear con corazón, con presión y a pulso. Puede ser un tanto romántico pensar que el proceso de un creativo está muy cerca de un artesano, pero desde mis inicios lo he sentido así. Es que las definiciones de artesanía son cercanas a lo hecho a mano y con técnicas tradicionales. Y sí, tradicional puede sonar anticuado, pero el desafío de tener un problema que tienes que resolver con imaginación, con una libreta, un lápiz y muchas ganas me parece un hermoso ritual.
Es verdad, la tecnología nos ayudará a masificar la nueva idea que hemos encontrado, pero ningún algoritmo te permitirá sentir ese fuego interno por encontrar esa idea nueva.
Te guste o la rechaces, la revolución de la Inteligencia Artificial llegó para cambiarlo todo.
¿Será que esta herramienta terminará con la profesión de redactores, creadores de contenido u otras profesiones similares? En lo personal espero que no, aunque ya hay planes de contenido web hechos por este recurso en algunos planes de marketing dando vueltas por ahí.
¿Es valioso que una Inteligencia Artificial haga el trabajo creativo por ti?
No. Es más, es decepcionante. No confundamos la astucia con la pereza.
Es que eso de que estamos viviendo tiempos de cambios, llevamos escuchándolo desde que nacimos, y de seguro se seguirá repitiendo. Pero no podemos negar que este nuevo cambio, está cambiando mucho las cosas. La IA fue realmente un remesón considerable, tanto así que muchos asumen que pueden perder su trabajo. Según el “Reporte de Ideas 2022″ de la plataforma WeTransfer, donde se encuestó a miles de creativos de 180 países: la mayoría tiene problemas para monetizar, un 60% sienten incertidumbre de ser reemplazados por nuevas tecnologías.
Podemos empatizar con los atemorizados, porque la incertidumbre es parte del futuro, pero el miedo se vence con astucia, ingenio, perspicacia, y ese sabor original que solo se encuentras en el barrio. Un lugar donde los algoritmos no llegan.
Hago una invitación a cargarnos de valor y coraje para enfrentar un futuro donde las tecnologías siempre serán una amenaza inminente, pero predecible. En cambio, nuestras ideas nunca se saben de dónde nacen, generalmente son inspiradas por experiencias, empatía, observación (y sí, también con Data), recursos que son irremplazables, al igual que nuestro instinto creativo. Escribamos sin temor, que el síndrome del impostor no se haga un espacio en nuestro cerebro, que lo que podemos redactar con nuestras propias manos, jamás será igualado por algo artificial.
Esta nota fue escrita con IA.